viernes, 16 de noviembre de 2018

Banalidad y simpleza, a un paso de la belleza.


Seguramente ese es el idilio: el arte, la literatura, la fusión de ambos elementos o las nimiedades de la vida cotidiana. Basta con deparar el ejercicio contemplativo, para comprender las estrategias del juego: la narración es al escritor, lo que el retrato es al paisaje, lo que el lienzo es al artista y lo que la imagen es al fotógrafo; pero ahí no termina. El juego se complejiza y la aparición del tercero lo dinamiza. El tercero es el espectador, quien contempla e interpreta y quien, a su vez, atribuye un sentido a la interacción de los demás participantes; pues, la percepción de perfección vira hacia la estética en el momento en que lo bello es personificado por quien lo produce y al instante en que el observador significa el atractivo de la obra.

Anti-retrato "Refugio", Valentina García. Exposición fotográfica "Cuerpos", en el Banco de la República, Cali. Año 2018.


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